Muchas personas se preguntarán que sería de ellos si
pudieran viajar y recorrer el mundo a placer, que sería de su andar en el mundo
si pudieran iniciar travesías cada vez que sintieran la necesidad de hacerlo,
cada vez que naciera el deseo de partir a un mundo completamente nuevo en donde
tendrían que iniciar desde cero y comenzar a aprender, conocer, vivir y
experimentar nuevas culturas y nuevas vidas.
Cuantas personas no se cuestionan cómo sería el hecho
de permanecer con una maleta siempre lista y un libro abierto para comenzar a
describir sus nuevas aventuras y los nuevos capítulos que esperan con ansias a
ser escritos. Como sería su vida si cuando menos lo esperan, un nuevo proyecto
de vida, una nueva oportunidad o un nuevo objetivo les invita a iniciar ese
viaje que les cambiará la vida por completo.
Ese modo de vida en el que a pesar de su complejidad y
de sus dificultades, es mucho mayor el placer y la felicidad que provoca el
hecho de pisar tierras vírgenes para nosotros, y empezar desde abajo, comenzar
a conocer nuevas personas, hacer nuevos amigos, nuevos conocidos. El salir a
las calles y ver como todo en ese mundo es diferente a lo que tu habías experimentado,
desde los idiomas y acentos, hasta la mescla de razas, culturas y modos de vida
que cohabitan en ese nuevo sitio.
Darte cuenta que el lugar del que tu provienes es
completamente distinto, pero a la vez, igual de bello, y qué la vida te ha dado
la oportunidad de llevar a ese lugar todas tus costumbres, conocimientos y
vivencias que cargas en tu mochila y que poco a poco irás mostrando a todo
aquél que la vida decida cruzar en tu camino.
La dicha y alegría que provoca el llegar a un sitio
nuevo y sentir el nervio de no saber cómo serán las personas que viven ahí,
como serán los rostros de tus vecinos, como será ese nuevo ser que hará que tu
corazón vibre nuevamente, y de cómo será esa nueva persona con la que iniciarás
una nueva amistad y con la que podrás crear un lazo del cuál ni la distancia
podrá romper.
No hay nada más gratificante al poder iniciar un nuevo
proyecto y empezar a construir todo de una manera distinta, el encontrar un
nuevo sitio en dónde vivir, y en el inter de que eso sucede hospedarte en uno
de esos hoteles locales en el cuál podrás sentir un poco más de lo que la
ciudad te ofrece. El salir por las noches al centro de la ciudad y conocer su
bella vida nocturna, el ver a los peatones ingresar a sitios a los que tu poco
a poco irás accediendo, el ver como las luces de esa ciudad embellecen las
calles y edificios que te rodean, y el poder admirar en todo su esplendor a ese
nuevo proyecto al que tú has decidido llamar destino.
Desde muy pequeño he tenido la oportunidad de educar a
mi mente y a mis ojos al visitar y conocer nuevos lugares, he sido muy
afortunado ya que desde joven pude conocer la dicha que provocaba el ser el
nuevo en algún lugar, la alegría que me daba el poder echar raíces en ese mundo
y a la vez mantener mis maletas preparadas y listas para que en un futuro no
muy lejano puedan ser cerradas y así guardar toda mi vida en unas cajas para de
pronto partir y empezar desde cero, desde abajo, y con mucho deseo de
sobresalir y de empezar a construir una nueva aventura
Sí, en ocasiones puede ser complicado, ya que las
primeras veces, el cortar el cordón que nos ata al sitio del que partimos se
torna más difícil de lo que uno esperaba, pero con el paso de los años y las
vivencias, vas aprendiendo que no sólo has llegado o llegarás a un lugar nuevo,
sino que siempre podrás mirar atrás y regresar a visitar a los viejos conocidos
y amigos que dejaste en tu partida.
Algo muy cierto es que el viajante siempre deberá
llevar consigo unas tijeras que lo obligarán a cortar ataduras muy pronto, pero
a la vez, ese ser nómada llevará consigo un baúl impresionante en el que
guardará todos esos recuerdos de los lugares a los que alguna vez visitó, a los
que alguna vez llamó casa y a los que alguna vez los hizo partícipe de su tan
corta pero excitante existencia.
Nunca cierres tus puertas a lo nuevo, a lo
desconocido, a lo que te hace temer, porque esas cosas son las que te harán
apreciar y valorar aún más el hecho de estar aquí presente, respirando y
viviendo la vida. Nunca te niegues el derecho de aprender y de conocer, porque
al negarte solamente estarás recortando vida a tus años de existencia.
Autor:
Carlos Mitani Sigala
Carlos Mitani Sigala
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