Vocación o Equivocación

Licenciados, Ingenieros, Músicos, Pintores, Médicos, Dentistas, en fin, en la actualidad existe una amplísima variedad de carreras que podemos estudiar, sin importar nuestro sexo, religión y costumbres, tenemos la oportunidad de darle una dirección específica a nuestra vida profesional.

La juventud de hoy en día, tiene la responsabilidad de elegir correctamente su profesión, ya que de ellos depende en gran parte el futuro de un México ávido de nuevos intelectuales y de nuevos valores humanos con la capacidad de cambiar y de mejorar un país volcado en la pobreza, en la inseguridad, corrupción y tantas problemáticas que han envuelto a una sociedad mexicana tan golpeada como ninguna otra.

El proceso de selección de una profesión es muy variable, ya que desde la niñez los pequeños van formando su mentalidad, van moldeando su personalidad y en base al tipo de vida, experiencias y logros obtenidos desde su infancia, es como se decidirá el camino que se va a seguir y al fin de cuentas darle vida a ese profesionista que pide a gritos emerger desde lo más profundo de su ser.

No cabe duda que cuando hacemos lo que nos gusta nada ni nadie puede desviar nuestra atención de esa actividad, y que mientras pasen los años iremos descubriendo nuevos detalles en esa actividad que nos volverán a llenar de energía y nos sacará fuerza del interior para seguir cosechando éxitos.

Entiendo que muchas veces uno como estudiante pueda sentir miedo, que, aunque no es lo más importante, el factor económico es lo que rige a este mundo y desgraciadamente en muchas ocasiones tendremos que elegir entre la pasión y el dinero. Sin embargo, hay que analizar algo que es vital en nuestro futuro: ¿Cómo nos vemos de aquí a cinco años?

El visualizarnos en un futuro lejano nos ayudará a decidir qué es lo que queremos para nuestra carrera y a su vez como vamos a mesclar nuestra vida profesional con la laboral. He conocido a muchas personas que en definitiva no son felices en su trabajo y esto puede ser por muchas razones, no solo la elección de la carrera, y si a esto le aunamos los problemas de nuestra vida cotidiana, tenderemos a complicar nuestra vida laboral. Ahora, cuando estamos realizando algo que nos gusta y nos apasiona, muchas veces podemos sobrellevar los problemas de nuestra vida cotidiana mientras trabajamos. Claro que no podemos escapar de esas problemáticas, pero por lo menos tendremos una estabilidad laboral y a su vez una elección menos en nuestras vidas.

Un factor decisivo en nuestras carreras son nuestros padres, ya que en base a su experiencia y conocimiento tratan de guiarnos y aconsejarnos para que hagamos una elección correcta. Muchas veces podremos estar de acuerdo con ellos, y esto nos facilitará aún más las cosas. Pero si no es así, debemos de comprender que, aunque sean nuestros padres y ellos sean los que en gran parte nos apoyarán a terminar esa carrera, tenemos que elegir por nosotros mismos, sin importar lo que ellos ya hayan decidido por nosotros.

Hay un refrán que dice “Hay que escuchar consejos para llegar a viejos”, y si, nuestros padres siempre van a querer lo mejor para nosotros, pero en ocasiones la época y las circunstancias que ellos vivieron no son las mismas a las de nosotros como hijos, y muchas de las carreras que en la antigüedad eran provechosas y el auge era mucho mayor, en la actualidad ya se han vuelto obsoletas o muchas de ellas se encuentran saturadas en el ámbito laboral.

Ahora, que pasa cuando hemos elegido mal. Puede darse el caso que al desarrollarnos en dicha profesión logremos sobresalir entre los demás y cosechar más frutos de los esperados, sin embargo, tendremos que agregar un extra en todo lo que hagamos. En cambio, un individuo que combine esfuerzo con capacidad, podrá lograr éxitos de una manera mucho más sencilla y con el paso de los años la satisfacción será mucho mayor ya que habrá conseguido algo en un área destinada para él.

Como jóvenes tenemos la posibilidad de equivocarnos muchas veces, y si en algún momento de nuestras vidas tenemos que desechar una elección, no nos sintamos mal. No seremos ni los primeros ni los últimos en equivocarnos. Y como todo en la vida, estos errores se pueden corregir. Yo en lo personal, al iniciar mis estudios profesionales había elegido un área que por sí sola no me dejaba muchas satisfacciones, y si, tuve que perder un año completo para poder iniciar de nuevo con mis estudios. Sin embargo, a pesar de haber perdido ese tiempo, considero que fue mucho más benéfico para mí, me sirvió para madurar y crecer como persona, pude conocer otras áreas que me apasionaban y gracias a Dios actualmente estoy laborando en una empresa completamente relacionada con mi profesión.

Y sí, aún me quedan muchas cosas por emprender en mi camino, muchos libros por abrir y muchas experiencias nuevas por vivir. Sin embargo, hay que llevar una vida camaleónica, ser capaces de cambiar con el mundo, capaces de experimentar y de aprender cosas nuevas y que vayan en pro de una vida mucho más fructífera y llena de satisfacciones.

Todos y cada uno de nosotros somos capaces de sobresalir en cualquier cosa que nos propongamos, algunos con más habilidades y capacidades que otros, sin embargo, en base al empuje y deseo podemos lograr hasta lo impensable y considerado imposible. No dejes que nadie te diga que no puedes hacer las cosas y mucho menos dejes que alguien trate de disuadirte de tu elección. Hoy más que nunca te puedo decir que nada es imposible en la vida, lo único que nos puede detener es que nosotros nos pongamos la barrera de la negatividad.

Todos tenemos ideales y sueños, pero pocos logramos traducir nuestros sueños a la vida real. Se uno más de los afortunados que pueden decir “Lo Logré” y abre el camino para que los que vienen detrás de ti puedan abrir muchas más puertas y con todas esas entradas logremos darle entrada a un futuro más próspero y con mejores beneficios para todos.

Autor:
Carlos Mitani Sigala

Open the Gate of your Virtual Dungeon