Diferentes etapas por las que he pasado en mi vida,
amores, desenfreno, tranquilidad, problemas, nomadismo, desilusión, injusticias,
alegrías, tristeza, coraje, miedo, incertidumbre.
Difíciles travesías, en ocasiones hasta inseguridad de
no saber si saldrás librado de ellas, temor al no poder visualizar tu futuro y
no darte cuenta de lo que te depara el mañana. Miedo al verte inmerso en
situaciones dañinas, relaciones tempestivas, amistades que te hunden y en
lugares que dañan tu ser. Pero a la vez encontrarte con gente positiva, con el
alma llena de luz, el corazón puro, el deseo de aportar algo bueno en ti, el
deseo de enseñarte un camino brillante y de acompañarte por el sendero de la
felicidad, donde podrás descubrir nuevos propósitos, nuevas ideas, mejores
panoramas, y un nuevo camino que te llevará a tocar y abrir puertas que en un
pasado jamás pensaste cruzar.
Encontrarte hoy inmerso en una situación que jamás
imaginaste experimentar, ver que muchas de las cosas no resultaron de la misma
manera en la que tu planeaste se dieran, pero al final de cuentas, el resultado
está ahí, poco deforme, no tan claro, no tan nítido, al final lo lograste, al
final estás ahí, algo raspado y lastimado, pero con la ilusión de que todo
sanará. Lograste huir de ese torbellino que te lastimaba, que te hundía, lograste
salir avante y enseñarle al mundo, a Dios y a los que te aprecian y te quieren
que eres capaz de sobreponerte a tal situación y continuar adelante a pesar de
que los caminos no se prestaban al trote fuerte y constante.
Encontrarte presente en un entorno más positivo, donde
el mundo que acabas de descubrir es aún más bello que en el que te encontrabas
antes, donde la vida te sonríe una vez más y te dice, oye, aún hay más aquí,
aún hay más por recorrer, aún hay más cajas por abrir, más puertas por tocar,
más ventanas por romper, más platos y vasijas por llenar, más alegrías por
provocar, más lágrimas por limpiar, más soles por ver nacer y desvanecer, más
almas por alentar y por apoyar, pero sobre todo, más aprendizajes por absorber.
Aprender que los errores del pasado no nos definen
como personas, sino que el presente y el futuro que escribimos, el aprendizaje
que obtuvimos, el conocimiento que adquirimos, la madurez que permeamos y las
heridas que cicatrizamos nos ayudarán a definirnos como hombres, como mejores
seres y como mejores personas. Aprender que los errores del ayer no son más un
capítulo extra al libro que comenzamos a escribir en el momento en el que
nacimos. Aprender que mañana se nos presentará una nueva oportunidad de crecer,
y está en nosotros el decidir si queremos ser esas personas que se arrepienten
por el pasado que les tocó experimentar y vivir, o queremos ser quienes
agradecen y enaltecen la historia que han escrito, porque gracias a ella somos
lo que hoy pregonamos. Somos más sabios, más analíticos, más soñadores, pero a
la vez más realistas, menos apresurados a la hora de tomar decisiones y más
conscientes de que cada paso que demos puede ser o no correcto, pero debemos de
darlo con firmeza y seguridad. Nuestro pasado nos moldea, pero no nos define.
Nuestro pasado nos enseña y nos educa, y a su vez deja una marca en nosotros
diciéndonos, oye, ya pasaste por ahí, ya pisaste esa piedra, ya cruzaste ese
camino, ya sabes que está del otro lado. Piensa dos veces si crees que cruzarlo
te llevará a algo mejor.
Encontrarme hoy, aquí sentado, disfrutando de mi
presente, agradecido a la vida por darme la oportunidad de hacer las cosas bien
de nuevo, agradeciéndole a Dios por dejarme continuar escribiendo mi libro y
por permitirme demostrar que hoy por hoy, estoy más seguro de lo que quiero y
que sé que no me equivoqué en mis decisiones. Estoy firme y consciente de que
todo lo que me tocó vivir fue porque era necesario en mi crecimiento y
aprendizaje. Como dicen, los caminos del señor son misteriosos, y hoy por hoy,
puedo afirmar que así es. Dolorosos, tenebrosos, oscuros, a veces caminando a
ciegas, sin saber a dónde nos dirigimos, pero con la seguridad de que allá
arriba hay alguien que nos guía y nos da la posibilidad de elegir caminos que
nos llevarán a donde tenemos que estar.
Hoy estoy donde debo de estar, con quienes debo de
estar y en el momento exacto en el que debió pasar. Hoy estoy aquí, escribiendo
un nuevo pasaje de esta novela, de este relato, con la incertidumbre tal vez de
lo que pueda resultar, pero seguro de que sea cual sea el resultado, hoy quiero
ser feliz y estoy seguro de que voy camino a lograrlo.
Hoy estoy seguro de lo que quiero hacer. Mañana quien
sabe, es un misterio.
Autor:
Carlos Mitani Sigala
Carlos Mitani Sigala
Open
the Gate of your Virtual Dungeon

Comentarios
Publicar un comentario